Porfavor, no junte peras con frutillas

déjelo fluir


Cortando Raíces.-

-.

Uno nunca nota mucho cuando las cosas cambian: en tu casa pueden dar vuelta el living, cambiar un sillón y uno sabe que algo falta, pero nunca te queda muy claro que es; distintas son las cosas en la vida, las etapas importantes siempre están llenas de recuerdos precisos que marcan un comienzo, un desarrollo y un final en la historia que se escribe día a día; son esos hechos que uno rememora cada vez que esta tomándose una cerveza con los amigos, cuando tienes pena o simplemente cuando algo en tu espacio personal te lleva a aquel momento en que un suceso se escribió con negrita.

Llevo unos días notando que se vienen cosas que hay que subrayar en la mente, abrirles comilla para que no se me arranquen, lo peor de todo es que me doy cuenta de que son cosas que no quiero dejar ir, porque al irse, se cierra la etapa y se da vuelta la hoja definitivamente y peor, no hay vuelta atrás.

La Cote se va en 12 días más a Madrid, cada día me hago más la lesa, cada día trato de no pensar en ello, no es que la Cote sea de esas amigas que hables todos los días y la veas siempre, con la Cote funcionamos a otro ritmo, pero el que se vaya por un tiempo indefinido siento que se cierra esa etapa llamada adolescencia-colegio que no tenía muchas ganas de cerrar, ya que es mi manera de aferrarme cuando el mundo universitario me da temor y lo único que deseo es volver es a la sala del 4to C, esconderle cosas en el pelo a la Lichy, tirar la talla con la Percha, reírme de leseras y así pasar horas y horas. La Cote es de esas buenas personas que en la vida uno se topa muy pocas veces, es demasiado difícil no quererla, creo que cada vez que la veo mi cara de cariñosito es inevitable, si hablamos por fono pego un grito como si no habláramos en meses, me emociono cada vez que la veo y siempre me propongo a mi misma verla más seguido, llamarla más, cosas que por cierto nunca cumplo porque al final siempre te vas dejando estar; por lo mismo me siento un poco culpable, no haberla visto más, no haberle tirado la talla más veces, no haber estado más cuando me necesitaba. Ahora la Cote se va y allá no habrá una Isa que le dirá que vayan a Suecia a tomarse un copetito, ni una Happy que apoye la idea- aunque le guste más la Blondie- ni una Andrea que lo único que quiere es ir a mover el esqueleto, aunque en la parte del merengue con la Isa se queden mirando y diciendo que es demasiado para ellas, mientras la Cote y la Denisse se dan más vuelta que un trompo y llegan a sacar chispas en la pista de baile.

Por otro lado, España se encarga de cerrar las etapas de mi vida llevándose a la gente que quiero y a la que quise en alguna oportunidad. El amor de niñez se cambió de casa y nunca pude pololear con él, nunca fue mi Dawson ni yo su Joey, nunca cruzó la pandereta para venir a besarme en mi nueva pieza ni se escondió debajo de la cama para no ser descubierto. El Diego se fue y no le dije adiós, nunca supo cuánto lo espié por entre las ramas de mi casa, ni cuantas veces me quedé escuchando como tocaba la guitarra mientras cantaba canciones de Foo Fighters por la noche, El Diego nunca sabrá en cuántos poemas escolares fue nombrado – directa o indirectamente-, ni en cuantas publicaciones de éste blog su nombre aparece como fantasma, menos la publicación en revista independiente online. El Diego se volvió mi muso inspirador y nunca le di las gracias por ello.

La cosa es que me quedo sin niñez y sin adolescencia, estoy a toda máquina subrayando y poniendo comillas en mi disco duro interno, porque en cualquier momento habrá que formatear, aunque las lágrimas me cieguen y el nudo en la garganta no me deje respirar.

¿Ser o No Ser Hueca?




¿Qué significa ser hueca? En este país éste preciado término tiene demasiados significados: desde ser homosexual hasta no tener cerebro, ser estúpido, frívolo o incluso frígido.

Cada vez que alguien osa llamarte “Hueca” se convierte en tu peor enemigo automáticamente o si es tu amigo y el adjetivo va sólo en broma, uno suele mirar con la peor cara que tienes en el repertorio, haces una mueca de “ Y ¿cómo andamos por casa?” y pegas la vuelta; es que no es cualquier cosa que te llamen de esa manera, le faltan el respeto a tu materia gris, a tu emocionalidad misma y por supuesto al ego que en ese mismo momento se ha visto destrozado por aquella palabra tan insípida como el significado mismo.

Entonces, ¿a qué se le llama ser hueca? Bueno, para mi la gente hueca son esas rubias peliteñidas que se visten muy a la moda, hablan todo el día por celular, son ultra minas, absolutamente deseables por cualquier espécimen varonil, pero, a la hora de preguntarles cualquier cosa que no se refiera a su propia apariencia física, colapsan, sus neuronas no realizan la sinapsis y salen con cualquier cosa (por lo general siempre me río en su cara, al igual como lo deben hacer ellas por mi apariencia desgualiñada y andrajosa). Pero, ¿por qué a alguien de mis características (que son totalmente opuestas a las ya recién nombradas) pueden llamarte de esa manera?

Existen diversos motivos, por ejemplo: cuando ando muy contenta y muy sobre- excitada por cualquier cosa, dicen que doy un poco de susto (parece que la felicidad excesiva no me combina con la ropa oscura), entonces el reírme mucho me hace ser hueca; también está mi oculto amor por el pop ultra comercial (dícese Britney, Justin, etc.) cosa que siempre mantengo en el mayor de los secretos, pero hay veces que definitivamente es inevitable no cantar a todo pulmón un tema de Britney, es terrible, me sale todo lo popera de la vida y ahí estoy, al medio de la pista, haciendo el paso del video, así la gente termina mirándome extraño e inevitablemente tachándome de hueca.

Para ser honesta creo que hay cosas imposibles de evitar, quizás siempre he sido una hueca en potencia que lo ha sabido ocultar perfectamente en la mina media alternativa piola, pero, quizás, muy en el fondo soy una rubia teñida de corazón que mientras se le presente la oportunidad estará allí chillándome en el oído que no puedo huir de ella, que asuma y que alguna vez por todas haga del rosado mi color representativo; mientras eso no suceda, seguiré en la misma parada de niña seria, seudo intelectual que se ríe de ese género que le parece ajeno, pero que en verdad le tira como si fuera de su propia sangre.


Me asusta, pero me gusta...




I.L. es una mujer temerosa, nunca ha entendido el por qué tantas cosas le dan susto, por más que se esfuerza siempre tiene miedo, aunque trata de pasarlo como frío en invierno y en verano por excesiva flojera, no puede evitar ponerse nerviosa y que su estómago se apriete y las manos le tiriten cada vez que siente que algo la pueda atacar.

I.L. de partida le teme a Fantasilandia, obviamente, nunca ha ido, ni planea hacerlo, le teme a la excesiva velocidad, al vómito en potencia, a las patadas de la gente, a las burlas de sus amigos por su cara de pánico incontrolable. No soporta a la gente muy pequeña o muy menuda (no es que les tenga fobia o algo) le asustan porque siente que no puede controlar sus ansias de golpearlos, empujarlos o causarles algún tipo de daño, la maldad es algo que le es difícil de controlar, por lo mismo, le teme. Cada vez que le gusta alguien se pone excesivamente risueña y tiritona, por eso, le teme a los hombres, sabe que sus fuerzas declinan y se vuelve vulnerable, eso es algo que atemoriza a I.L, no le agrada ser vulnerable, sabe que si lo es, todo puede volverse un caos, difícil de controlar por una niña temerosa. Se asusta con la gente que camina detrás de ella por la noche, suele mirar constantemente el suelo para ver cuantas sombras aparte de la suya aparecen, si es más de una, corre. Le asusta la bajada por el lado izquierdo en el metro ya que siempre se golpea por ir escuchando música a volumen no recomendado. Teme a las paradas en mitad de estaciones, siempre se imagina un muerto en mitad de las vías hecho pebre por el carro en el que iba, sino es eso, es una bomba que estallará justo donde ella se encuentra. Manejar de noche por Santiago siempre le causa dolor estomacal, su mejor amiga le dice que se pone peor que Mamá preocupada. Dolor corporal en magnitud le da quedarse sola en la micro, ese es un susto que fue transmitido desde que en Cuarto Básico la mandaron a andar en ellas sola. Suele salir corriendo cada vez que alguien le dice que está temblando, siempre se imagina muerta por una viga de su propia pieza que cae sobre ella. Su más conocido miedo es a la ropa formal, por este motivo no se presentó a su propia graduación, el sólo hecho de ponerse tacos le da urticaria. Una de las cosas que más teme es mirarse y no reconocerse, por eso no quiere envejecer ya que sabe que los pantalones de tela y las zapatillas de lona deberá abandonarlas por esos zapatos en punta de última moda y su flamante bolso de cuero negro deberá cambiarlo por una compacta cartera.

I.L. sabe que ya es hora de dejar el cuco, atreverse, cruzar la línea, porque como dice la canción: “la vida comenzará allá cruzando el miedo”, pero sin sus temores siente que parte de ella desaparece, sus miedos son sus compañeros de juerga, sino fuera por ellos, estaría muerta en el Mapocho hace rato, aparte no puede negar que le encanta burlarse de sí misma; porque algo que no la asusta es juzgarse y reírse de sí por la cobarde que puede llegar a ser y para eso, pucha que hay que ser valiente.

Sita Brid de la Pobla.-

La Brid vive en una pobla bien flaite de Santiago, cuando era más lola fue bien famosa: ganó cuanto concurso de belleza de la comuna y todas las kermesse de la escuela A-45, hasta que la descubrió un pulento productor de la TV comunal y allí comenzó hacer carrera como bailarina y cantante, porque claro, la Brid tenía todo el jamosa’style, o sea le llevaba la celebridad a flor de piel, pasaron los años y todos los cabros la reconocían, La Brid estaba orgullosa de lo que había logrado hasta entonces, hasta que un día conoció a un lolo, el Justin le decían, era el crespito más buen mozo y buena gente de la pobla, había tenido la misma suerte que la Brid y también participaba en la TV local, su amor fue rápido, de loca juventud, la Brid le soltó la florcita a Justin, estaba enamorada hasta las patas de él, le juró el sol, la luna y las estrellas, veía corazoncitos por todos lados. Hasta que un día quedó la tendalada, a la Brid le habían bajado los monos de super estrella y quería romper con el Justin, éste muy triste la mandó a freír monos a Guayaquil y de puro picado le inventó un cuantuay de cagüines, todo porque le habían roto su corazoncito, pobre Justin.

La Brid, triste y desolada, se comportó como una yegua los meses que vinieron, se comió a todos los bailarines de su equipo estable, a EL camarógrafo que había, incluso al sonidista, hasta que después de tanta locura conoció al K-Fed, el futbolista más pulento de la zona, musculoso, mijito rico en simples palabras, y allí mismo la Brid, se empotó.

K
-Fed era famoso en fútbol, pero tenía reputación de cassanova, fresco, etc. Y aparte era más flojo que la tabla del uno, pero a la Brid bien poco le importó, y con su sueldo de estrella lo acogió y se lo llevó a la pieza independiente de atrás que tenía en la casa de su madre, Kevin estaba feliz, por fin dejaba la pega de ayudante de panadero y podía dedicarse a la que era su verdadero pasión: la prosa hecha hip-hop. El hip-hop para K-Fed era lo que le permitía decir todo lo que pensaba su cabecita, hablaba sobre las injusticias en el fútbol, sobre lo rica que era La Brid y lo mucho que le gustaba jugar al super nintendo; como pueden apreciar era un chiquillo con mucha conciencia social. Pasó el tiempo y la Brid parecía más enamorada de éste chiquillo, hasta que un día le bajó la locura y después de haberse estado tomando unas pilseners, le pidió la mano a K-Fed, osea, quería casarse con el lolo, la loca de la Brid, después de que K-Fed aceptó, lo agarro de las mechas y se lo llevó al registro civil, el matrimonio estuvo en el más preciado secreto hasta que la Brid quedó embarazada.

Debido al embarazo, Brid dejó la pega que tenía de cantante en la TV y en el Night Club de la pobla, decidió dedicarse estrictamente a las labores de madre, le importa que su cauro fuera un chiquillo de bien. A pesar de que la Brid no trabajara, vivía de lo que había logrado ahorrar en sus años de estrella, mientras que K-Fed seguía tirado en la cama sacándose las pelusas del ombligo. Brid estaba con la depresión post parto y aburrida de la situación le dijo a K-Fed que si no se buscaba una pega lo iba mandar a la cresta. K-Fed com
pungido decidió hacer algo para salvar su matrimonio en crisis, se le ocurrió la macanuda idea de aprovechar ese don que Dios le dio y hacer lo que más le gusta: se convirtió en cantante de Micro.

La Brid no estaba muy conforme con la situación, pero pensaba que algo era algo, entre tenerlo tirado sin hacer nada… por mientras ella, trataba de no perder el training, bailaba en su pieza y cantaba con el mic. de su casa; su sobrepeso era evidente, sobre todo en el enorme culo que se gastaba; ya no era la rusia que decía que era una esclava de la música o la que se había dado un topón con la Maura Rivera, no, estaba harto pasadita y el ser mami le estaba pasando la cuenta…

Esta historia continuará.

pd: cualquier alcance con la realidad, es mera coincidencia.

Mala Onda



Mala Onda, esa es la esencia espiritual del general de mis compañeros que me caen decentemente bien en el lugar de estudios, mala onda porque todos están chatos del lugar, puedo apostar que lo odian desde el fondo de su corazón, cada vez que uno toca el tema, todos saltan y comienza la mala onda: que no te enseñan nada, que uno no piensa, que puta que es cara la wea, que es penca la educación, que son todos unos papanatas, todo mal y me deprimo, porque pienso lo mismo y me da lata que no sea sólo apreciación mía el asunto sino de varios conocidos. Hace rato ya que pasé la etapa estoy chata de esta mierda al estado “es lo que hay” y aceptar que en el fondo fue mi decisión y bueno, cuando uno decide algo tiene que seguir no más, aperrar hasta el final, pero, ¿qué pasa cuando uno lo supera y el resto no? Por más que trato de cambiar el estado negativo, pesimista de la gente (y en el fondo les encuentro la razón) no me resulta mucho, a lo más planear productoras y cosas por el estilo, crear la Fe inexistente en el pueblo alicaído. Penca la situación sobre todo cuando te das cuentas todo el dinero y tiempo invertido y sepa moya si algún día el humilde título de Comunicadora Audiovisual sirva de algo. Lo único que sé es que tengo que saber terminar este asunto sea como sea, aunque termine vendiendo celulares como alguna profe sabrosona dijo por ahí, ¿y si fuera así? tendría un flamante puesto en el centro, con pantallas en la vitrina, haría institucionales para celulares o mejor aún, videos educativos y tendría una super página web, con blog y todo...escribiría sobre las aventuras de vender celulares...shuta qué alguien me consiga una pega. Se ordenar los cables en forma de 8.

Amor Frutal



Caserita: ¿Qué se le ofrece?

Hace algunos años dejé de ir con mi Mamá todos los sábados a la feria que está cerca de mi casa, si mal no recuerdo fue cuando entré a estudiar, mi Mamá se pegó la escurrida que con esto de ser chica institutana (universitaria, como quiera llamarlo) el cuero ya no me daría para andar cargando el carrito de la feria cada semana, pues mis estudios superaría mis fuerzas físicas. En verdad, yo creo que el motivo fue otro, el otro día la acompañé y las cosas han cambiado, pero, nunca tanto: ahora tenemos todo un espacio cerrado con estacionamientos, ahora el chascón gordito sexy de las papas le hace a los tomates (grandes, ricos y maduritos…caros eso si), el casero de la lechuga ya no tiene esa cara de chico latino ardiente, sino de papá comprometido, el tío de la fruta tiene más canas y su hijo ya no atiende con él ( quizás porque tuvo un romance con una vecina de mi villa y parece que terminaron en mala)… pero el cambio más triste y el que me hizo recordar el por qué nunca más la acompañé fue: “El niño de ojitos verdes de la Feria”.

Pucha que me gustaba ese cabro, estaba enamorada semi platónicamente de él, vendía frutas de la estación y a veces papas, era blanquito y de ojitos verdes y esa cara de pollito que me mata, el romance de miradas nos duró años, cada semana me arreglaba más de lo que correspondía para ir a la feria sólo para verlo a él, me levantaba temprano, apuraba a mi Mamá para ir hacer las compras semanales, cuando llegaba a su puesto, él me miraba y yo lo miraba más, que parecíamos… años más tarde le pregunté a mi vieja si cachaba que yo me derretía por el susodicho, ella nunca se escurrió de nada, tan lesa esta cabra. La cosa fue que pasaron los años y nunca le hablé, todas las semanas tenía una excusa distinta: que había mucha gente, que estaba ocupado, etc. Su puesto era el más popular (al parecer tenía admiradoras), el romance a lo más que avanzó fue a un tímido “hola” por parte de ambos y las cerezas que me regalaba cada vez que comprábamos (siempre hubo yapa para mi), tanto fue el amor por este cabro que llegó a aparecer en mi anuario. El tiempo pasó y las cosas siempre siguieron igual, hasta el día que noté que no estaba por ninguna parte en su puesto y en reemplazo de él, estaba un niño el que parecía ser su hermana chico (tenía los mismos ojitos verdes); y bueno, allí estaba la explicación, sin el lolito definitivamente La Feria no valía la pena y no aguantaba la tristeza de pasar y que no estuviera.

El volver a acompañar a mi mamá me hizo recordar esta tellible experiencia de mi vida, igual fui a mirar a su puesto a ver si estaba…pero no… algún día lolito de la feria nos volveremos a encontrar… por mientras te saludo desde ste blog con nombre frutal.


Mi foto
Nombre: Isabel
Lugar: Stgo., Chile
www.flickr.com
This is a Flickr badge showing public photos from isabell_3eb. Make your own badge here.


XML

Powered by Blogger

make money online blogger templates



© 2006 Porfavor, no junte peras con frutillas | Blogger Templates by GeckoandFly.
No part of the content or the blog may be reproduced without prior written permission.
Learn how to make money online | First Aid and Health Information at Medical Health