Porfavor, no junte peras con frutillas: agosto 2006

Shoy Artistaaaa, loco!

1 Comments Published by Isabel on miércoles, agosto 30, 2006 at 9:34 p. m..

Para muchos, el nuevo ramo, Producción de Arte, es una mierda, para mí, la gran posiblidad gran de ser: TODA LA ARTISTA CONCEPTUAL, INDEPENDIENTE, ALTERNATIVA, FEMINISTA que quiero ser...aquí les dejo la muestra...
Los dejo, debo seguir CREANDO.

pd: EXCLUSIVO....

LA SITA ISLEÑA JANIS INTENTADO SUICIDARSE!!!

ADEMÁS DE ARTISTA, SOY COPUCHENTA (La venganza es dulce, Shaniqua)

spotless mind.-

2 Comments Published by Isabel on martes, agosto 15, 2006 at 9:12 p. m..

No quería pensarlo pero creo que te pareces a Joel. Y no quería hablar de ello, pero vi la película por cuarta vez y ahí está, tu fiel retrato en 35 mm. Y volví a llorar, pero esta vez con más razón, esta vez más conciente, esta vez dejando de llenar los vacíos con simples sueños o añoranzas; esta vez fue con cosas tangibles que deseo olvidar pero no puedo. Y tal como Clementine quiero borrarte y tal como el final, decidí volver a tropezar con la misma piedra. Y tengo la maldita costumbre de hacerme la fuerte y hacer como si ya pasó y que por supuesto no dolió, que desde mañana te olvido y nada de lo que digas me afectará…tan ilusa uno. Y ahí está la película que en cada escena noto que es verte más viejo y más imbécil pero ahí estas, con cara de tímido, con pocas palabras, sin vida, sin nada. Sólo tú. Y me doy cuenta el patrón que sigo y aunque trate no puedo cambiarlo ni evitarlo. Me encanta la gente que me hiere, me encanta sufrir. Y por eso cambio la tele con los ojos empañados, porque ya no quiero tener más pena.

7 días del infierno.-

2 Comments Published by Isabel on jueves, agosto 10, 2006 at 10:08 p. m..

La canción es de mi grupo favorito, la letra la lleva,
tiene todo que ver con el texto, asi q ponga play.

Semana devuelta de vacaciones

Tengo un estado mental bien raro después que vuelvo de las vacaciones, algo así como que me baja la wea, se me mete el demonio, me siento terrible, son siete días de emociones extremas, sólo una cosa en la mente clara y concisa: Quiero puro morir. Así de sencillo, bonito y barato. Menos mal que hasta el momento sólo dura la semana. Por el momento…

Día lunes: Estoy desconectada

Vuelvo contenta a clases, hasta el momento todo bien, contenta de hacer cosas, contenta de ver a ciertas personas. Hasta que llega la primera clase y viene el susto, típico que le empiezan a poner color sobre “que ya están grandecitos”, “que ahora hay que trabajar como profesionales”, “que este semestre hay muchos trabajos y hay coladero”, etc. Y empiezan a dar las mil y una fechas sobre trabajos, charlas y vamos haciendo ejercicios en donde hay que demostrar que uno es”capaz” y “creativo” y justo en ese preciso momento, empiezo a odiar a la gente. Mi mente usualmente luego de dos semanas de ocio se desconecta y olvida todas las notables frases que pueden salvarme de quedar como tonta delante del pueblo, por lo mismo, me caen mal las personas que siempre tienen algo que decir, siempre tienen una frase para el bronce. Me hago la lesa y no pesco. Todo por mantener la felicidad por un día más. Hasta que hay que pensar con quien diablos hay que trabajar todo el semestre y ahí digo, esto no es para mí.

Día martes: Nada me motiva.

Contenta ya no estoy, llevo seis horas esperando por una clase, tengo frío, tengo hambre. Extraño a la gente con la que puedo ser yo misma. Me cansa fingir que me importa lo que hablan. Llevo dos clases, ninguna me entusiasma para que se vuelva “esa” clase que hace que agarre fuerzas por todo un semestre; todo luce bastante parecido a lo que hemos hecho, simplemente tiene un nombre distinto. El compromiso con la calidad se lo pasan por la raja. Por la mierda que tengo rabia.

Día miércoles: Haciendo lo posible por sentirme mejor.

Despierto con sol, punto positivo para el día. Pongo música feliz, me pongo a cantar, mi mente se focaliza repitiendo varias veces “Hoy es un buen día”, pucha que estoy feliz, vamos que se puede, que choro estudiar en un cerro, si es tan lindo ver las montañas y oler los árboles. Me llaman y ya no voy a clases. Plop. Aprovecho mi ánimo “más prendida que pasto seco” y me mando a cambiar sola a pasear por providencia. Buen día, aunque nada tuvo que ver las clases.

Día jueves: visualizando el panorama.

El gran día gran, ramo troncal de la carrera, aquí se viene lo bueno; lo bueno en el sentido que por algo uno hace tanta estrategia del tipo “¿con quién vamos a trabajar?, el/ella no me tinca, ¿Qué cargo quieres ocupar?”, etc. Y puaj, plop, y todas las onomatopeyas de la vida. Vuelva la pregunta del millón “¿Qué mierda hago estudiando aquí?” todo pasa por una gran cosa, siempre me doy cuenta que no he superado lo que me trunca para ser una supuesta comunicadora de tomo y lomo: el pánico escénico. Soy tímida aunque trate de parecer otra cosa, soy introvertida cuando que hay que tener voz ronca y fuerte para responder las cosas. Y quiero cambiar pero me cuesta mucho, me cuesta darle un giro a algo que tengo tan adquirido dentro de mí, me da tanta rabia y me siento impotente. Impotente por no tener el valor suficiente de enfrentarlo y superarlo, impotente al saber que todo el mundo lo nota y me tira la talla por eso (las ganas de aforrar un combo hoy no me faltaron, créanme), impotente por no tener la fuerza de decirme a mi misma –no seai’ tonta, si eres capaz de hacerlo-. Me cargan las dinámicas de grupo, me carga que a todo el mundo le encante, me carga creer que alguien puede ganarse mi cariño y después notar que es bien como las pelotas y no cacha que uno necesita apoyo moral ( y que no basta un abrazo).

Día viernes: lo peor ya pasó.

Por lo general es el día en que o termino embriagándome con compañeros pensando en lo que haremos en el semestre o termino sola llorando en la ventana de mi pieza sintiéndome frustrada por ser tan exagerada. Es un día extraño, porque aún no soluciono nada, sólo espero que algo me haga desaparecer por un rato.

Y el fin de semana….

Por lo general trato de salir con amigas que me hagan olvidar lo horrible de la semana, se me olvida todo y vuelvo a sonreír de nuevo. Tomo fuerzas y digo vamos que se puede y me pongo las pilas y me programo. Pero antes del domingo no haga el intento de preguntarme como me siento. Lo más probable es que me desquite con usted por no notar mi cara de frustración o termine quejándome de cosas que no entenderá, lo mejor le recomiendo es que no me pesque y deje mis niñerías conmigo, algún día la tontera se me pasará, pero antes déjeme ser. No queda de otra.
Lo bueno es que esta semana sólo se repite a principios de semestre, después las crisis son de otra índole. Gracias al pulento.

La canción 2 es la que escuchaba mientras escribía, penosa,
me gusta picarla finito.

patitas heladas en días de vacaciones

3 Comments Published by Isabel on viernes, agosto 04, 2006 at 2:21 p. m..

(Póngale play, es la banda sonora)

Si camino más rápido estas zapatillas del orto terminarán haciéndose ñicos y mis patitas se congelarán, todo por creerme atlética y pensadora filosófica/analítica/comentarista de la calle; culpemos al big mac y su pepinillo que marca tu gusto por el día (rico saber a pepinillo, rico). Tengo frío pero aún parece ser un buen día para ir al cine; la vida por primera vez (aunque un poco planeado) hace encontrarme de mera casualidad con la única persona en la vida que nunca me he topado, la vida es extraña a veces, los presentimientos aún más, como te estaba extrañando sólo un poco, todo parece ser perfecto ahora.

El cine Arte Tobalaba tiene esa sensación exquisita de estar en cualquier lugar del mundo menos Santiago, el letrero añejo pasa inadvertido entre tanta tienda y panadería, pero ahí está, intacto por el momento, la tía de la boletería parece amable y al entrar una estufa cariñosa te recibe advirtiendo que mis pies no les quedará de otra que aguantar el frío (aunque se me pase cientos de veces por la cabeza la idea de Berni O’ Higgins , sus soldados sin dedos en la cordillera, las botas con dedos petrificados, el frío, ¿alguien lo recuerda?). Acabo de encontrar mi cine favorito, pero la película sólo hace que me sienta confundida y exigiendo por más, Jim Jarmusch ( el dire) todo el mundo lo encuentra cool , a mi me carga, lleva dos películas dejándome inconclusa, pese a eso, Broken Flowers no es mala , sino una gran maraña de preguntas y respuestas inconclusas, maldita sea los finales abiertos... Y el baño, lo había visto en un sueño, pero no estaba en Chile (yo) sino en California o quizás donde y era un hotel, diantres, pero es tan de película y las puertas de los w.c son rojas, lindas. La intuición de mi querida amiga nunca falla y sin cambio de ropa volvemos a la sala acolchada, partimos raudas a un lugar seguro, aunque notamos que no somos las únicas astutas, hay un tío por allá que también está en las mismas, más adelante nos dimos cuenta que su chaleco negro, ahora era blanco… Hierro 3 resultó tener a un chino sexy y una historia notable, así da gusto gastar plata, pensamos.

Me siento contenta, llevo días caminando harto por Santiago, descubriendo cosas que al pasar en auto/micro/metro nunca noto y se siente bien. Más esas chinitas naranjas que sacaron una gran sonrisa en la cara de mi madre. Lo bueno de andar con flores en el metro es que ceden el asiento por ser una persona cariñosa, la gente lo nota, aunque nadie lo crea; asi de contenta, regalando flores sólo por ver una sonrisa. ¿ Agradable no?