La canción es de mi grupo favorito, la letra la lleva,
tiene todo que ver con el texto, asi q ponga play.
Semana devuelta de vacaciones
Tengo un estado mental bien raro después que vuelvo de las vacaciones, algo así como que me baja la wea, se me mete el demonio, me siento terrible, son siete días de emociones extremas, sólo una cosa en la mente clara y concisa: Quiero puro morir. Así de sencillo, bonito y barato. Menos mal que hasta el momento sólo dura la semana. Por el momento…
Día lunes: Estoy desconectada
Vuelvo contenta a clases, hasta el momento todo bien, contenta de hacer cosas, contenta de ver a ciertas personas. Hasta que llega la primera clase y viene el susto, típico que le empiezan a poner color sobre “que ya están grandecitos”, “que ahora hay que trabajar como profesionales”, “que este semestre hay muchos trabajos y hay coladero”, etc. Y empiezan a dar las mil y una fechas sobre trabajos, charlas y vamos haciendo ejercicios en donde hay que demostrar que uno es”capaz” y “creativo” y justo en ese preciso momento, empiezo a odiar a la gente. Mi mente usualmente luego de dos semanas de ocio se desconecta y olvida todas las notables frases que pueden salvarme de quedar como tonta delante del pueblo, por lo mismo, me caen mal las personas que siempre tienen algo que decir, siempre tienen una frase para el bronce. Me hago la lesa y no pesco. Todo por mantener la felicidad por un día más. Hasta que hay que pensar con quien diablos hay que trabajar todo el semestre y ahí digo, esto no es para mí.
Día martes: Nada me motiva.
Contenta ya no estoy, llevo seis horas esperando por una clase, tengo frío, tengo hambre. Extraño a la gente con la que puedo ser yo misma. Me cansa fingir que me importa lo que hablan. Llevo dos clases, ninguna me entusiasma para que se vuelva “esa” clase que hace que agarre fuerzas por todo un semestre; todo luce bastante parecido a lo que hemos hecho, simplemente tiene un nombre distinto. El compromiso con la calidad se lo pasan por la raja. Por la mierda que tengo rabia.
Día miércoles: Haciendo lo posible por sentirme mejor.
Despierto con sol, punto positivo para el día. Pongo música feliz, me pongo a cantar, mi mente se focaliza repitiendo varias veces “Hoy es un buen día”, pucha que estoy feliz, vamos que se puede, que choro estudiar en un cerro, si es tan lindo ver las montañas y oler los árboles. Me llaman y ya no voy a clases. Plop. Aprovecho mi ánimo “más prendida que pasto seco” y me mando a cambiar sola a pasear por providencia. Buen día, aunque nada tuvo que ver las clases.
Día jueves: visualizando el panorama.
El gran día gran, ramo troncal de la carrera, aquí se viene lo bueno; lo bueno en el sentido que por algo uno hace tanta estrategia del tipo “¿con quién vamos a trabajar?, el/ella no me tinca, ¿Qué cargo quieres ocupar?”, etc. Y puaj, plop, y todas las onomatopeyas de la vida. Vuelva la pregunta del millón “¿Qué mierda hago estudiando aquí?” todo pasa por una gran cosa, siempre me doy cuenta que no he superado lo que me trunca para ser una supuesta comunicadora de tomo y lomo: el pánico escénico. Soy tímida aunque trate de parecer otra cosa, soy introvertida cuando que hay que tener voz ronca y fuerte para responder las cosas. Y quiero cambiar pero me cuesta mucho, me cuesta darle un giro a algo que tengo tan adquirido dentro de mí, me da tanta rabia y me siento impotente. Impotente por no tener el valor suficiente de enfrentarlo y superarlo, impotente al saber que todo el mundo lo nota y me tira la talla por eso (las ganas de aforrar un combo hoy no me faltaron, créanme), impotente por no tener la fuerza de decirme a mi misma –no seai’ tonta, si eres capaz de hacerlo-. Me cargan las dinámicas de grupo, me carga que a todo el mundo le encante, me carga creer que alguien puede ganarse mi cariño y después notar que es bien como las pelotas y no cacha que uno necesita apoyo moral ( y que no basta un abrazo).
Día viernes: lo peor ya pasó.
Por lo general es el día en que o termino embriagándome con compañeros pensando en lo que haremos en el semestre o termino sola llorando en la ventana de mi pieza sintiéndome frustrada por ser tan exagerada. Es un día extraño, porque aún no soluciono nada, sólo espero que algo me haga desaparecer por un rato.
Y el fin de semana….
Por lo general trato de salir con amigas que me hagan olvidar lo horrible de la semana, se me olvida todo y vuelvo a sonreír de nuevo. Tomo fuerzas y digo vamos que se puede y me pongo las pilas y me programo. Pero antes del domingo no haga el intento de preguntarme como me siento. Lo más probable es que me desquite con usted por no notar mi cara de frustración o termine quejándome de cosas que no entenderá, lo mejor le recomiendo es que no me pesque y deje mis niñerías conmigo, algún día la tontera se me pasará, pero antes déjeme ser. No queda de otra.
Lo bueno es que esta semana sólo se repite a principios de semestre, después las crisis son de otra índole. Gracias al pulento.
La canción 2 es la que escuchaba mientras escribía, penosa,
me gusta picarla finito.
mmm yo también desconfío de los que tienen algo que decir, también me carga que la voz ronca se imponga a los buenos fundamentos... me gustaría decir también que me doy el lujo de llorar... me daría lo mismo, filo con los prejuicios... pero en algún momento se me secaron las lágrimas y vamos acumulando mierda en la cabeza...
Se me hace parecida tu semana a la mía... en fin, me gustaría poder embriagarme planificando el futuro los viernes, pero generalmente ese dia huyo de la capital.
Ahh y yo no tuve vacaciones... pero saco la vuelta ahora, mientras puedo.
(es cierto q en el Duoc por lo gral. no hay clases los viernes??)
buena semana, kizas como dices solo sea el comienzo.....saludos