Published by Isabel
on miércoles, enero 31, 2007 at 11:52 p. m..
El abrazante sol quema la calva cabeza del abuelo y la morena cabellera del niño. Ambos caminan a paso lento, el abuelo marca su andar al ritmo de su bastón de madera, compañero fiel de largas andanzas. El abuelo le cuenta el mundo al niño, mientras él lo llena de preguntas in entendibles para siete décadas de diferencia arrolladora.- Que el play station, que el msn, que los monos que se comen la cabeza unos a otros y uno gana el juego si se come todas las cabezas. Super.
El niño es el viejo chico del vecindario; tiene dichos de antaño, madurez abrumadora al momento de jugar desde el luche hasta pasear a las niñas en su bici. Debido a esto se gana el cariño de todas las niñas de vestidos con vuelo y peinado hecho por dos moños-al parecer es muy atento, enchapado a la antigua- , y el odio de la gente mayor que no tolera frases armadas de papis para calmar tu impaciencia de niño. Se peina para el lado y usa los pantalones un poco más arriba de lo supuesto para los siete años. Tiene un tono de voz que penetra por cada ventana, su risa parece quebrajar los vidrios de la manzana. Posee la fuerza para pedalear y llevar en la parrilla rosada de los corceles a las doncellas regordetas, las cintas colorinches de los manubrios flamean felices al ver que sus dueñas han encontrado el amor infantil.
El abuelo ,por otra parte, trata de permanecer en un lugar vacío para no importunar a nadie – vive de allegado en la casa de su hija desde que sufrió un paro cardiaco- va a la cocina cuando no están sus nietas reclamándole por algo que hizo mal, un plato mal lavado, un envase mal cerrado; deambula por la casa tratando de hacer algo por la poca vida que le queda; sale al patio, toma aire fresco, coquetea con la vecina al lado - su compañera ante tanta juventud que quita espacios- le piropea las rosas rojas y su piso encerado, ambos flirtean sin mucho que perder.
El niño y el abuelo continúan caminando, el calor parece no importarles. Todo porque el tiempo se les acaba y hay tanto que enseñar – piensa el abuelo- todo porque la vida se le acaba y tuvo la mala suerte de tener un hijo cuando los atardeceres parecen desvanecerse más rápido de lo previsto. El niño lo sabe y trata de retener todo lo que pueda y hacerle ver que puede ser como su papá, aunque no lo haya conocido cuando el sol recién aparecía detrás de la cordillera.
Etiquetas: anciano, niño
utas q escribes bonito
tiene la prosa a flor de piel oiga, todo lo escrito esta en perfecta armonia XD
a todo esto... esta wena la cancion!! el ritmo es como entusiasta jajajajaa, me levantó el animo
y yo mandandote canciones tellible tristes, jajajaja q caga onda
hablamos washa, como siempre, un placer leerla
Me hiciste recordar a mi abuela, que también fue criada por su abuela y vivió rodeada de gente mayor. Fue siempre una vieja chica, también.
Saludos.
Concuerdo con la primera chica, es unl indo relato que por momentos parece el preview de una historia cinematográfica, onda "tomates verdes fritos"..esa onda!
Y tengo el tímido resquemor de alguien que no siente algún tipo de cercanía con sus abuelos, a veces me siento bastardo de pensamientos, pero es parte de lo que yo mismo he permitido para mi vida y que he decidico no arreglar por el paso de los años, tal vez me arrepienta algún día, pero eso no lo sabré hasta que suceda.
A veces soy incensato, a veces no soy humano, a veces ni siquiera existo...
Desde las profundidades cósmicas *Spica
Ohhh los viejos chicos... pobrecitos, no es su culpa pero qué desagradables que son...
Y el relato... ya te florearon demasiado así que no voy a redundar... en una segunda lectura, es casi una alerta o un llamado de atención sobre los potenciales peligros de ir postergando la formación y el crecimiento de tu familia... es como una vocecita que te dice "hey, a ponerse las pilas...¿quieres que tus hijos te llamen 'papá' o 'tata'????"
Cuídate, y disfruta las vacaciones...!!! mientras duren... (sorry, ya se me salió lo amargo)
Saludos!!!!
(volviendo de a poquito...)
de verdad: muy, pero muy hermoso.
es un relato tan bien narrado, que es redondito. no sobra ni falta nada.
Saludos!
Humm, este texto me recordó a uno de mis abuelos... fue algo así como 'abuelo-padre' para mi primo. Con nosotros, mi hno y yo, paso algo parecido... con la diferencia que nuestro viejo estaba ahí y fue como si tuvieramos 2.
Muy lindo texto.
Me hizo pensar en lo que me perdí con uno y en todo lo que gane con el otro (abuelos).
Saludos!
Claudia.-
Nada.... solo cariños desde el otro lado de la cordillera.